El descubrimiento de las manos y de sus posibilidades puede convertirse en uno de los mejores estímulos del desarrollo cerebral de nuestra hija. No sólo conseguimos una habilidad manual o una mayor precisión de movimientos. A través del sentido del tacto el niño (a) ejercita su inteligencia y la prepara para aprendizajes posteriores.
Es muy importante que nuestra hija disfrute con distintas tareas manuales: aumenta su capacidad de concentración, satisfacción por hacer algo con las propias manos, desarrolla su actividad y sensibilidad artística, etc. Exigen un espíritu creativo y una cierta investigación e inventiva.
Observemos el vídeo:
Marina Sánchez & Marleny Parra.